La Federación de Malasia comenzó a existir como Estado unificado en 1963. Anteriormente, su territorio se hallaba repartido en una serie de colonias y dominado por el Reino Unido. Gracias a un alto nivel de planificación y trabajo, el país ha logrado un crecimiento de alto nivel a partir de la década de los ochenta, convirtiéndolo en un país recientemente industrializado.

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El comercio internacional es parte esencial de la economía de Malasia, ya que es uno de los tres países que controlan el Estrecho de Malaca – corredor marítimo que une los mares de Andamán, China Meridional e Índico. Llegó a ser incluso el principal exportador de estaño, caucho y aceite de palma. La actividad industrial corresponde a un gran porcentaje de su actividad económica, y cuenta asimismo con gran biodiversidad de flora y fauna, integrando como varios de sus vecinos de la comunidad ASEAN la lista de países megadiversos.

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Como todo país de menor tamaño, la cultura e historia de Malasia influencia marcadamente la manera de hacer negocios en el país. Es uno de los casos donde resulta clave tener conocimiento previo antes de iniciar negociaciones, ya que las complejidades culturales que presenta pueden ser difíciles de navegar. Por fortuna, existen características compartidas por sus tres grupos étnicos principales (malayos, chinos e indios) que simplifican el proceso de generar relaciones de negocios clave lo más rápida y sencillamente posible.

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Un dato curioso: la Malaya (el corte de carne) no tiene nada que ver con Malasia. De hecho, parece que es Argentino. Pero efectivamente, el gentilicio de mujeres de Malasia en español es malaya.