El Estado de Brunéi Darussalam (“Morada de la Paz”) es un sultanato organizado en cuatro distritos. Se independizó de Reino Unido en 1984, después de casi un siglo como protectorado británico. Desde la década del 70, el sultanato ha crecido con tal velocidad que se ha convertido en un país industrializado.

​

La principal riqueza de Brunéi proviene de sus yacimientos de petróleo y gas natural, gracias a los cuales el sultanato se ubica en el quinto lugar de la lista mundial de ingresos per cápita, además de tener el segundo índice de desarrollo humano más alto de todo el sudeste asiático tras Singapur. Según Forbes, Brunéi es la quinta nación más rica del mundo, y CNN asegura que es el país del mundo con menor deuda pública.

​

Interesantemente, el gobierno de Brunéi reconoce que la dependencia del país en sus reservas naturales no es económicamente sustentable, por lo que está implementando políticas que apunten a diversificar la economía hacia nuevos sectores. Su plan estratégico a veinte años incluye desarrollos en educación, infraestructura, negocios locales y desarrollo institucional. De manera de fomentar estabilidad económica a largo plazo, el plan indica que el gobierno aumentará sus esfuerzos para promover turismo, banca islámica y manufactura.

​

Un dato curioso: Fernando de Magallanes y Juan Sebastián Elcano pasaron por lo que fuera el Imperio marítimo bruneano en 1521, un año después de haber pasado por Chile.